“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Génesis 3:15.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Génesis 3:15.
Esta es la primera promesa al hombre caído. Contiene el Evangelio completo, y la esencia del pacto de gracia. Ha sido cumplida en gran medida. La simiente de la mujer, nuestro Señor Jesús, fue herido en Su calcañar, y fue una terrible herida ¡Cuán terrible será la herida final en la cabeza de la serpiente! Esto fue hecho virtualmente cuando Jesús quitó el pecado, venció a la muerte, y quebrantó el poder de Satanás; pero espera un cumplimiento todavía más pleno en el Segundo Advenimiento del Señor y en el día del Juicio.
Para nosotros la promesa está planteada como una profecía que expresa que hemos de ser afligidos por los poderes del mal en nuestra naturaleza inferior, y así seremos heridos en nuestro calcañar: pero triunfaremos en Cristo, que pone Su pie sobre la cabeza de la serpiente antigua. A lo largo de todo este año tendremos que aprender la primera parte de esta promesa por experiencia, a causa de las tentaciones del diablo y la malignidad de los impíos que constituyen su simiente. Podrían herirnos de tal manera que lleguemos a cojear por causa de nuestro calcañar herido; pero hemos de aferrarnos a la segunda parte del texto, y entonces no desmayaremos. Por medio de la fe regocijémonos porque todavía hemos de reinar en Cristo Jesús, la simiente de la mujer.
Génesis 3: 14, 15
Dios dicta sentencia; y comienza donde empezó el pecado, con la serpiente. Losinstrumentos del diablo deben compartir los castigos del diablo. Bajo el disfraz de la serpiente eldiablo es sentenciado a ser degradado y maldecido por Dios; detestado y aborrecido por toda lahumanidad: también a ser destruido y arruinado al final por el gran Redentor, cosa significada por elaplastamiento de su cabeza. Se declara la guerra entre la Simiente de la mujer y la simiente de laserpiente.
El fruto de esta enemistad es que haya una guerra continua entre la gracia y la corrupciónen los corazones del pueblo de Dios. Satanás, por medio de sus corrupciones los abofetea, loszarandea y procura devorarlos. El cielo y el infierno nunca pueden ser reconciliados, tampoco la luzy las tinieblas; no más que Satanás y un alma santificada. Además, hay una lucha continua entre losmalos y los santos de este mundo. Se hace una promesa bondadosa sobre Cristo, como el libertadordel hombre caído del poder de Satanás. Esta era la aurora del día del evangelio: tan pronto como fuehecha la herida se proveyó y reveló el remedio. Esta bondadosa revelación de un Salvador llegó sinque la pidieran ni la buscaran. Sin una revelación de misericordia, que da esperanzas de perdón, elpecador convicto se hundiría en la desesperación y se endurecería.
Por fe en esta promesa fueronjustificados y salvados nuestros primeros padres, y los patriarcas anteriores al diluvio. Se dandetalles sobre Cristo —1. Su encarnación o venida en la carne. Que su Salvador sea la Simiente dela mujer, hueso de nuestro hueso, da gran aliento a los pecadores, Hebreos ii 11, 14 —2. Sussufrimientos y muerte; señalados en que Satanás heriría su calcañar, esto es, su naturaleza humanaLos sufrimientos de Cristo continúan en los sufrimientos de los santos por su nombre. El diablo lostienta, los persigue y los mata; y así, hiere el calcañar de Cristo, que es afligido en las aflicciones delos santos. Pero mientras el calcañar es herido en la tierra, la Cabeza está en el cielo —3. Su victoriasobre Satanás. Cristo frustró las tentaciones de Satanás, rescató almas de sus manos. Por su muerteasestó un golpe fatal al reino del diablo, una herida incurable en la cabeza de esta serpiente. Amedida que el evangelio gana terreno, Satanás cae.
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